El nuevo deportivo de Toyota se llama GT 86. Su atlética carrocería mide 4,24 metros de largo y 1,28 de alto, potencia de 200 caballos, exprimibles a 7.000 vueltas. El par máximo es de 204,5 Nm y está disponible a 6.000 vueltas. Este arsenal se transmite de forma íntegra a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de seis velocidades mientras que, como opción, se ofrece una automática de idéntico número de relaciones, manejable desde las levas del volante.
El peso es de 1.180 kilogramos y está perfectamente distribuido entre los dos ejes: 53/47. Dispone de autoblocante mecánico, llantas de 17 pulgadas y el esquema de suspensiones es: Mcpherson delante y multibrazo en el eje posterior.
Su diseño es totalmente distinto al del resto de la gama. Las superficies de los respaldos y los asientos están diseñadas para ofrecer un soporte óptimo en curva y el volante tiene un diámetro de apenas 365 mm, el más pequeño montado en un Toyota. En la misma línea, un gran tacómetro preside el panel de instrumentos y el acabado del salpicadero y las molduras de las puertas tiene un 'efecto de carbono', en contraste con las costuras rojas. Otros detalles interesantes son la palanca de cambio al estilo de aviación y los ligeros pedales de aluminio.
Dato importante: con sus 200 caballos, el GT 86 se lanza desde parado hasta los 100 kilómetros/hora en siete segundos
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